Enclavada en el corazón de Porreres, esta finca ofrece una oportunidad única para aquellos que buscan una propiedad que combine autenticidad, diseño mallorquín y una rentabilidad excepcional gracias a su licencia de alquiler vacacional para 10 huéspedes. Construida con materiales sólidos y de alta calidad, esta residencia encarna la esencia de Mallorca, desde su fachada de piedra natural hasta los techos altos que proporcionan una sensación de amplitud y luminosidad en toda la casa.

La zona exterior es un verdadero oasis, centrado alrededor de una excepcional piscina de 114 m², rodeada de frondosos árboles y palmeras que ofrecen sombra natural y privacidad. La finca también cuenta con una zona de barbacoa chill-out y un encantador huerto con limoneros y naranjos, perfecto para abrazar el estilo de vida mediterráneo.

En el interior, cada rincón está diseñado para el confort y la elegancia. El sistema de calefacción por suelo radiante garantiza un calor constante durante los meses más fríos, mientras que el diseño combina a la perfección elementos tradicionales y modernos. Desde la espaciosa cocina mallorquina con chimenea hasta los dormitorios en suite y la terraza panorámica, cada detalle está pensado para disfrutar al máximo.

Con una extensión aproximada de 30.000 m², la propiedad también incluye una casa de invitados independiente, un garaje, una bodega y un auténtico pozo, lo que la convierte en una sólida inversión en el paraíso mallorquín. Más que una casa, esta finca es una experiencia única, perfecta para el disfrute personal o para maximizar su potencial de alquiler.